Decenas de piscinas han empezado a cerrar en ciudades de toda España, tanto de gimnasios privados como de instalaciones públicas. La razón: el coste inasumible de su mantenimiento tras dispararse el coste de la energía.
El sector llega además a esta situación fuertemente golpeado por la pandemia de Covid, debido a las restricciones. El coste de la energía supone, para estas instalaciones, la segunda partida más importante tras los costes de personal.